29/2/08

Mandamos a hacer la parrilla para la moto y nos encontramos una sorpresa

Después de buscar y mirar parrillas para la Suzie por muchas partes por Bogotá, llegamos donde William "Parrillas", quien nos lo recomendó una gente experta en hacer ropa y accesorios de motociclismo -Helión equipamentos-.

William salió, miró la moto, encontró en su primera impresión que tenía mucho plástico, como muchas motos de ahora. Yo le dije que quería una parrilla que se pudiera poner sin necesidad de quitar la aleta que trae de fábrica la moto. En ese momento William me dijo que quitara el asiento. Revisó y encontró que la moto trae TODO listo para ponerle una súper parrilla, pues trae dos puntos laterales atornillables a la aleta (uno a cada lado) y un punto de agarre sujetado a la estructura de la moto.

Miren las fotos:

Ese caucho que se ve en la mitad, protege una platina que está soldada al chasis y tiene rosca para atornillar la parrilla.


En esta foto se ven dos cauchos protectores: El lateral y el superior. Ambos tienen rosca para atornillar.

Aquí se ve la foto de la rosca central descubierta.


Aquí se ve la rosca lateral descubierta de la "aleta".


La sorpresa equivale a que:

1. Se puede poner una parrilla bien asegurada a la moto, debido a que un punto de agarre está fijado a la estructura de la moto;
2. No es necesario quitar la "aleta" de la moto para poner la parrilla;
3. Puedes quitar y poner sólo la parrilla sin necesidad de desmontar y montar la "aleta".

26/2/08

El pato

Por ahora, solo puedo hablar de mi experiencia como pato, y es maravillosa, eso sí depende de la confianza que le tengas al conductor. Para mí, una mujer un poco nerviosa, ha sido encantador, el viento, ver y apropiarse de la ciudad de una forma diferente, las ganas de gritar o de guiar al que va conduciendo, en fin....no me quiero bajar de "suzie", eso sí el frío es terrible, la cargadera de la maleta, los impermeables y demás es un poco cansón, pero las ganas de rodar por el mundo son mayores.

25/2/08

Los primeros 500 km por la Sabana de Bogotá

Una vaquita fotografiada por Clelia, adelante de la Vereda de Puentepiedra


Parada refrescante entre la Vereda Puentepiedra y Subachoque...


A Clelia le gustó este árbol... mientras yo aprovechaba para comer las fresas con crema que me dejó



Esta es una de las "fresitas" que se dan por esos lares.  Fresones que comimos fresquitos recién cortados esa mañana, justo al frente de nosotros en donde estaba el cultivo.



Paramos en el camino buscando una pequeña casa con un pequeño jardín para arrendar y encontramos esta que nos mostró muy amablemente el dueño.



Ya en Subachoque, la respectiva foto frente a la iglesia del pueblo.

¿Por qué nos decidimos por la GS 125?

Un buen día, luego de pensarlo en silencio durante mucho tiempo, Clelia y yo decidimos lanzarnos a la aventura de comprar una moto para viajar por donde pudiéramos. Nuestro plan original era comprar un carro, pero al final nos decidimos por la moto.

Pero ¿por qué una moto y no un carro? En principio costos. Algunas motos no van a pagar impuesto de rodamiento, según tenemos entendido hasta ahora, y en carretera, todavía, no se pagan peajes. Los costos de recorrido de una moto son más baratos en relación gl/km, con respecto a cualquier vehículo motorizado. Una moto aunque produce contaminación, es el vehículo motorizado más amigable con el ambiente. Esa es una razón poderosa también.

Otra de las razones poderosas es la del costo del vehículo. Las motos que vimos fueron básicamente cuatro: La CBF 150 de Honda, la Pulsar de Auteco Bajaj, la GN 125H y la GS 125 de Suzuki. Las diferencias son mínimas y sustanciales a la vez en tecnología y recursos de cada moto. Sólo me referiré al precio porque no soy experto, ni Clelia, en el tema de tecnología y mecánica de motos. La GS 125 de Suzuki vale con todos los papeles y seguros, comprada en Chía (Cundinamarca) en $4.390.000 (gracias a Andrés, visitante de nuestro blog, corrijo el precio, porque había puesto un millón de pesos menos...lo siento mucho).

Ahora veamos las diferencias en precio teniendo como punto de comparación la GS 125 de Suzuki:

- La GN 125 vale $800.000 menos, y aunque su diseño nos gustó desde que la vimos, apenas vimos la GS nos enamoramos por su estética. Es del mismo cilindraje y le compartió muchas de sus mejores prestaciones, tecnología y equipos a la GS 125.
- La CBF 150 de Honda vale $1.400.000 más, tiene un diseño muy bonito, se ve más alta y corpulenta, pero la diferencia en precio y cilindraje nos ponía a pagar impuestos. De todas maneras creo que es la mejor de las cuatro motos.
- La Pulsar 180 de Auteco Bajaj vale más que todas, y aunque tiene buenos comentarios, tiene los mismos problemas de la CBF en cuanto a impuestos.

Esta es la belleza que compramos


Esta es la GS 125 de Suzuki, la moto por la que nos decidimos con Clelia, para viajar, vivir aventuras y pasarla bien.